Aquel cielo nativo

Por Ramiro Milenio

30 marzo 2014

Vivir. Confrontar







Manifestación 
contra las políticas 
gubernamentales
de agresión al pueblo

VIVIR. CONFRONTAR

Pasan los días de agresión y rapiña
el conformismo y el derrotismo
se van creciendo e instalándose
estar en el ser ciudadano
cual la carcoma se adentra
y destruye a la madera

Y parece que no haya llama
que prenda o inflame el ánimo
hacia la convulsión posible
y necesaria. Los voceros sistémicos
no se cansan: Sin tapujos
o pudor venden que la rebelión
no es solución a nada

¡Qué faltos de memoria! Olvidan
que fueron ellos antecedidos
los que apostaron las guillotinas
en las plazas: Los que se atracaron
de cortar cuellos de aquellos
no amigos o de los que acusaban  
de poner rejas y grilletes al mañana

Aquí la historia se repetirá
y esta vez no como sainete
o farsa sino como necesidad
hacia la emancipación real
de este pueblo tan hecho a callar
hasta estallar e inundar
de sangre calles casas
caminos ramblas y alamedas

Pasan los días de este temprano
otoño de caída de hojas decesas
y avanzada al frío invierno
con esta cierta remembranza
aparente de tiempo de sol salido
pero de entelerido frío vital
y hambre de verdad
y justicia en las entrañas

Aserto














Atardecer nubloso en Sierra Elvira

ASERTO

Ocasea la tarde
el viento casi
se ha acostado
Gotea agua
de los tiestos-macetas
Las flores se dicen
ahítas desaguando

Trini va y viene
como una ardilla
y floreal con Vahé
sobre Jacinto
discursea. Ahora
no acopia: da

A lo lejos restalla
el bufar de los motores
cae la tarde placiblemente
y una calma sutil a la estancia
envuelve y solaza

Parece imposible
la descompostura humana
unos estáticos
los otros en ida
tiempo de des-venturanzas
de dolor a los hombres
y criminales iniquidades
sin recibir justicia

Sólo la naturaleza da
y vuelve a la verdad primigenia

Ocasea
la tarde
y aquí nos inviste de paz
y morada placentera

Jardín d´ Eden

Obra de Ausin Sainz

JARDÍN d´ EDEN
Dulce armonía del mejor sentido.
Respirando dulzores.
En pámpanos opimos,
de perlas, plata y oro dan racimos.

“Paraíso cerrado para muchos,
jardines abiertos para pocos”

Pedro Soto de Rojas
Escalada la montaña entre veredas de penumbra
el frescor aromizado de lavanda y viento bañado
en el majestuoso Ródano que a sus pies transita
lugar protegido por las tres torres y el orgulloso
château originalmente belicoso y lúgubre, a más
de porque sí evocador de tiempos otros y bello

Soto de Rojas renacido en el Jardín del Edén
que en Tournon se descubre Paraíso velado
para muchos, jardines abiertos para todos
con sus vestales y dioses escalares vigilantes
ante los pródigos ejércitos de la vid del l´Hermitage
que acechan arremetida de Baco y sus envites de risas
y rumorosos gozos agasajadores y prometeicos

Los estanques y baños, otrora romanos, anhelantes
viven de otros pobladores venidos y lustrosos cuerpos
en que conciliar sus aguas sombrías y misteriosas
candorosas a pesar de sí y convidadas al navegante

La lavanda a mi lado, vaharada y exultante
certifica el embeleso del instante acontecido
en su seno, del asombro fascinado del bosque
y del osario de la ciudad enjundia de sus gentes
que agasajan y se ofrecen, dádiva y verdad
sin merma, que te regalan de sí y lo suyo
y te hacen más siendo tú en ti junto al todo

Cúmulo de existencia y tiempo en el lugar
que te impregna, mayor hace y trasciende

Vistas del Albayzín


Obra de Rosaura Álvarez

VISTAS DEL ALBAYZÍN

A Rosaura Álvarez, este ver con ojos de distancia y espejo

Todo es según se mire. Desde el punto espacial
en que se esté y el momento en que el suceder transcurre
Del ánimo que concurre en la sagaz o tarda mirada
que sobre el atañido ámbito se traza o exhibe

Donde Rosaura ve murallas en ruinas tapias de propios
blancas-nacaradas: enfrente he visto la puesta de sol
trasfigurar a las calles en colindas de piel de cebra
y luceros mutarse las farolas en la faz escalar del esclarecido
término que cotidiano la doña avizora anda y encumbra

He visto irse al sol anciano y venir a la noche nueva
fundiendo la masa de los cipreses que le atalayan
y las enredaderas que arbolan en la materia alunarada
que sustenta el alto devenir de las gentes y acuna
el acontecer de los sueños. Que ahorma al calor
de las tardes cálidas y a la escarcha de los días
ateridos: Al ruido pertinaz del existir que les impronta

Todo es según se mire camino tiempo y morada
el estar para ver: el vivir para agitar: a la: o con: la palabra
Para hilvanar un trazo de pincel. Para domar preservar
o enaltecer el légamo que alza ser historia a nuestro hogar

Todo es: Sí: Ambivalente según se viva de cara o a la inversa
el variar de los elementos o el deshojar de los gastados días