Aquel cielo nativo

Por Ramiro Milenio

09 noviembre 2006

Mañana levantada



Escenario, tiempo lentecido, retazos de bostezo, un breviario, ríos de vida y su descanso, la efeméride y el parnaso. La historia en su dúctil cadalso



Obra de Daniel Sprick


A Manuel Prados


Se me ha venido la luz
en briznas de sol
y brumas cantarinas
junto al creciente brotar
de voces despiertas
y actos tempranos y amigos.
Los aromas de las flores
y del café evocador
se trenzan en halos ambulantes
gratos y envolventes.

La Bib-Rambla plaza se eleva
con el devenir del día
y en trance entra inducida
por sus callejuelas adyacentes
y concurridas.
El sol rompe
el reticular espacio
que preaterido otoño trasunta
en las desprendidas hojas
de los árboles custodios
que le gozan y enciman.

Disfrutan los pájaros
de tamaña constelancia
y entre trino y trino
migas de pan comen
de las que se le hallan
por las aceras trasuntas
y como al azar caídas.

Es tibia la mañana y surte
la fuente de su saltarina agua
que canta y al sitio nuestro
ronronear le hace y ennobla.

Recopilatorio


1 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Magnífico y evocador retrato.
Este es uno de esos casos en que la pluma-pincel deja en el papel-lienzo huellas de óleo que son palabras.
Al leer estos versos he revivido tantos momentos similares a los que retratan!

7:43 p. m.  

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