Aquel cielo nativo

Por Ramiro Milenio

30 agosto 2006

De qué hablarán las estrellas



Solariego el ámbito y toda la eternidad como la infinitud de un deseo. Un te quiero de materiales y químicas arrullándose, diciendo ven o preguntando por qué se ha ido agujero negro de toda esperanza concernida

Obra de Sonia Delaunay


De qué hablarán las estrellas en su vecindad
Tantas. Tan diversas. Tan distantes. Tan insidiosas
De qué han de hablar dos cuerpos juntos sino de la unidad
De qué sirve el viento sino hay rescoldo que aventar
Si no hay qué -grano o paja- en la era
De qué hemos de hablar nosotros
aliados sólo en palabras algunas
En unidades medias. En tiempos estancos
De qué ha de servir nuestra voz
Dónde. En qué universo hemos de ubicar
Nosotros que nunca llegamos. Que nunca fuimos
¡Dolor! Qué siempre estamos

Nada cambia en el espacio de lo ignoto
Nada altera el hecho y la concluida andadura
Sus tahonas y ambrosías. Dulces y regalos
Nada cámbianos sino el ser y hacer. Mira
Mira que al tenso abrazo y al espasmo obsesivo
yo prefiero ese beso prolongado, aunque mienta

Quédame la tibieza de una cierta correspondencia
El que tú me tengas quizá más pleno pues: Cual
Whitman dijo quien toca un libro, toca a un hombre
y tú me tienes. Me has tocado y poseído

De qué. De qué hablarán las estrellas en su vecindad
Tantas. Tan diversas. Tan distantes

en Canto